viernes, 12 de diciembre de 2008

POR EL DERECHO A LA EDUCACION CONSTRUIMOS ORGANIZACION

Las masivas movilizaciones del 2006 sacudieron a todo el país y conmovieron a millones de chilenos que vieron como los estudiantes nos tomábamos los colegios, tomando a la vez conciencia sobre los necesarios cambios que requiere un sistema educacional que, si bien ha logrado extender su cobertura a través de todo el país (hoy casi todos los chilenos tienen acceso a la educación primaria y secundaria), ha extendido también la segregación social y la desigualdad. La discriminación socioeconómica se evidencia en que los colegios con mejores resultados en el SIMCE y la PSU son los más caros: al parecer en Chile la educación de calidad se le entrega a quienes puedan pagar por ella. De este modo, el sistema educativo no corrige las enormes desigualdades del país, sino que las reproduce.


LGE = La Gran Estafa
El gobierno respondió formando un consejo asesor presidencial compuesto por diversos actores sociales del cual emanaron una serie de propuestas sobre el camino a seguir para fortalecer la educación en Chile, en pos de formular una nueva ley que reemplazara a la cuestionada LOCE. Como resultado de este consejo, a fines del 2007 la Alianza y la Concertación firmaron un acuerdo en donde se establecían ciertos criterios que luego se utilizaron como base para elaborar la nueva Ley General de Educación. Evidentemente, estos criterios no consideraron las demandas planteadas por los sectores sociales, en una nueva demostración de que los políticos gobiernan para las ricas y poderosas minorías del país. Así se creó una nueva ley “democrática” en donde el estado no se hace cargo de la educación y la deja en manos del mercado, lo cual equivale a vendérsela al mejor postor. Otra vez se privilegiaron los derechos de los empresarios por sobre los del pueblo, permitiéndoles lucrar con la esperanza de miles de familias.

Un año cargado de problemas
Por esto, es que dos años después de la “revolución pingüina” nos organizamos para pelear por nuestros derechos saliendo a la calle, levantando paros y tomas en nuestros colegios y universidades para detener la aprobación de la LGE en el parlamento. Sin embargo, esta vez no fuimos capaces de instalar un discurso sólido ni de impactar a la sociedad como se hizo el 2006. Esto se puede explicar por diversas razones, entre las cuales cuentan el rol que jugaron la televisión y los diarios en deslegitimarnos, sumado a la fuerte represión que sufrimos en las calles y en los colegios, en donde nos tocó ver como nuestros compañeros eran golpeados por la policía, amedrentados por las autoridades académicas, desalojados y a veces incluso expulsados. También influyeron nuestras propias dificultades a la hora de coordinarnos (en regiones las tomas comenzaron meses antes que en santiago), y la crisis de antiguos referentes estudiantiles como la ANES y la CONFECH que no fueron capaces de aglutinar a los estudiantes movilizados, lo cual se reflejó en la inexistencia de un petitorio común que recogiera las demandas estudiantiles. Este año sucumbimos ante el gobierno, los medios de comunicación y también ante nuestra propia incapacidad de organizarnos de forma efectiva.

Rebeldía y organización, nuestras mejores armas
Si bien es cierto que los problemas estructurales del sistema educacional chileno no se resuelven sólo por medio de una ley, la inminente implementación de la LGE es la expresión material de una derrota para el movimiento estudiantil. No obstante, este año se desarrollaron positivas experiencias, entre las cuales destacamos la conformación de instancias de confluencia entre diversos estudiantes secundarios y universitarios como los cordones comunales o la ACEUS. Y lo más importante de todo, es que demostramos una vez más que somos capaces de alzarnos en conjunto para exigir nuestras demandas. Nuestro ejemplo sirve para demostrar que cuando nos organizamos es posible construir una fuerza social capaz de luchar por los derechos de quienes día a día son golpeados por el sistema económico imperante. Aprendiendo de la experiencia que vamos adquiriendo a partir de nuestros errores y nuestros aciertos, seguiremos con la apuesta de construir movimiento estudiantil hasta cambiar este desigual sistema. Los estudiantes seguiremos en rebeldía hasta arrancar la educación de las manos del mercado y de quienes lucran, para devolvérsela a todos los chilenos que buscamos construir una vida digna.

Escrito por: D.C.S., Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Chile

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jueves, 11 de diciembre de 2008

POBLACIÓN VILLA "LOS JARDINES"


Subiendo por Grecia, antes de llegar a la rotonda, hacia el sur, tras los blocs, existe una villa compuesta de casas y edificios pequeños. Se dice que fue la primera toma de casas y estructuras residenciales de santiago. Fue allí por los 70` en el traspaso de gobierno de Montalva a Allende, por lo cual esta toma no tuvo la represión que debería haber tenido de parte de los intereses de la clase dominante, ya que reprimir esa iniciativa ponía en dificultades el apoyo popular para la clase política. La toma fue protagonizada por el sindicato de trabajadores del ex-bacteriológico, que al estar estas casas sin usar desde ya un año, decidieron tomarlas por falta de techo o por un arriendo insostenible. También participaron individuos no sindicalizados, como es el caso de una familia que vivía hacinada en la población Aníbal Pinto, la cual fue aceptada y ayudada por el sindicato.

En el momento de que la toma tuvo éxito, se realizo la toma de los blocs de al frente (al norte de Ramón Cruz) que todavía estaban en construcción, instalando carpas en un estacionamiento. El sector de las casas y los blocs nombrados se llamo como población Jaime Izaguirre, cambio de nombre un tiempo después al haber otra toma más al sur (pasado Rodrigo de Araya) que se puso el mismo nombre. El nuevo nombre fue Villa Jaime Izaguirre, se llamó así durante bastante tiempo hasta que se modifico de parte de la municipalidad por Villa los Jardines.Jardines no hay en la villa, a excepción de las plantas que cuidan laboriosamente las pobladoras y pobladores, es hasta difícil encontrar pasto. No se conocen las razones del cambio de nombre, por lo menos en el común de los pobladores, pero lo que si sucedía era una discriminación cuando los pobladores decían donde vivían.

Hoy se dice tener Jardines, pero destacando la acotación de la mayúscula, la cual permite una libre interpretación para el lector. La villa, ha perdido su historia y sus raíces combativas, que como poblador de la misma, lo veo como un gran pérdida.

Pérdida que no es definitiva, podemos, debemos levantar organización de base en nuestras poblaciones, fortaleciendo el autogobierno, el poder de la clase explotada.Es importante conocer las historias de luchas de nuestra comuna, rescatarlas y aprender de ellas, generando un recuerdo colectivo propicio para el desarrollo de nuestra clase.

Un saludo a todos los luchadores sociales, desde la ex-villa Jaime Izaguirre (su verdadero nombre) con esperanza y entusiasmo para que la organización se de en todos los niveles: secundarios, universitarios y sindicales.

Escrito por: S. Orú, habitante del sector y ex-secundario

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ESCUELAS AUTOGESTIONADAS

La educación siempre ha jugado un rol importante dentro de los movimientos sociales, sobretodo en los grandes de éstos. No es de extrañar que el Movimiento de los Sin Tierra de Brasil tenga su propia universidad, las madres de plazo de mayo también tengan una, que el sindicalismo revolucionario del siglo pasado haya creado ateneos obreros, y que a esto se le pueda añadir un muy largo etcétera.

Estas experiencias educativas están ligadas a un proyecto de vida y de sociedad distintos, y a menudo contrapuestos a la educación formal impartida desde el Estado. Los contenidos de éstas también son otros. Éstos son particulares y pertinentes a la realidad de su lucha y, una de sus funciones principales es la de contribuir al movimiento social como espacio de reflexión sobre su experiencia en la construcción de un camino político y social propio. En palabras de Roberto Elisalde** “la atribución e iniciativa de los movimientos sociales para la creación de sus propias escuelas, se presenta (…) como una forma de fortalecer la labor (…) en sus comunidades”. Esto es: educación autogestionada.La experiencia que vamos a compartir a continuación es la de las escuelas de educación popular del movimiento de fábricas recuperadas de Argentina.

Como es sabido, la crisis económica y social del 2001 en Argentina trajo consigo el cierre de grandes cantidades de empresas y de fábricas. Los patrones, los dueños de las fábricas simplemente se mandaron a cambiar, dejando tras de si la desocupación y el cierre de éstas. En este contexto, y ante la necesidad de satisfacer sus necesidades más básicas, los antiguos trabajadores de estas fábricas, las recuperaron, abriéndolas a la fuerza y haciéndolas funcionar por sus propios medios, demostrando de paso que no era necesario un “patrón” para ponerlas en movimiento. Sin embargo este proceso no se dio sin inconvenientes. Además de la represión policial y legal, se fueron sumaron problemas de la producción misma. Ante la carencia de “expertos”, los trabajadores en general y los obreros en particular tuvieron que ir asumiendo funciones de administración y de gestión que tradicionalmente no estaban acostumbrados a realizar. Es ante esa necesidad que se organizaron para capacitarse y educarse adecuadamente entre los trabajadores.

No obstante, con el tiempo esta experiencia de auto-educación fue cobrando mayor relevancia y se fue haciendo más sistemática. Ya no era suficiente con saber técnicas para hacer funcionar la fábrica, además se hizo necesario aprender sobre el contexto social argentino y se volvió igualmente importante reflexionar sobre la propia experiencia de recuperación de las fábricas, de su envergadura, significado y perspectiva. Ante tal panorama, en muchas empresas recuperadas se fueron fundando escuelas de educación popular y autogestionadas para jóvenes y adultos. En muchas de ellas se estudia por un bachillerato, que a través de procesos de lucha, se ha logrado que sea reconocido por el sistema de educación formal. Para muchos jóvenes ha sido una gran oportunidad para terminar la secundaria.***

Por cierto, estas escuelas populares son gratuitas. Sin embargo, conseguir financiamiento ha sido una tarea de lucha reivindicativa que aún no termina. Actualmente el Estado solo entrega recursos para infraestructura, debiendo los educadores populares, trabajar gratis. La meta es conseguir un salario digno para ellos también.

Nota del que escribe: No pretendo representar las escuelas populares y autogestionadas como un “escape” al sistema de educación. Éstas luchan constantemente por ser reconocidas y financiadas por el Estado, pero a la vez por mantenerse gestionadas colectivamente por el movimiento social y las comunidades de manera autónoma. Esto último significa luchar, desde una base social por influir en las políticas públicas, poniendo de paso, en tensión al Estado y arrebatándole sus recursos. Frente a la dicotomía entre luchar por la inclusión al sistema o por una auto-exclusión, ellos optaron por moverse en el margen.

Escrito por: J.W., Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Chile

*Un estudiante del Bachillerato de Jóvenes y Adultos Maderera Córdoba. Fuente: “Espacios de Autogestión”, latinacoop.es.vg .

**Educador popular, en el contexto de las fábricas recuperadas. Fuente: Íbid. y en “Aulas en las empresas recuperadas” publicado en Novedades educativas. Nº 209. Mayo 2008

***Es irónico que en Chile se llame enseñanza “media”, cuando para las grandes mayorías del país (un 68,5% de los jóvenes) se trata de la última etapa en su educación formal. Solo un 31,5% de los jóvenes accede a la educación superior. Fuente: MECESUP (mecesup.cl).



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